Diez beneficios de comer cerezas y otras tantas razones de sabor

Llega la temporada cerezas. En nuestro caso, a finales de mayo comenzará la recogida y comercialización de la cereza del Jerte con denominación de origen. Y, en junio, será el turno de la picota del Jerte. Saboreando ya la temporada, enumeramos diez de los beneficios de comer cerezas. Y otras tantas razones por las que nos gusta hacerlo.

 

1. Sus propiedades antioxidantes

Los frutos rojos en general son alimentos ricos en antioxidantes, componentes beneficiosos para el organismo en múltiples sentidos. Estos componentes favorecen determinadas reacciones químicas en el organismo, retrasando o previniendo la oxidación de otras moléculas y neutralizando daños asociados a los llamados radicales libres, responsables del deterioro celular y de distintas enfermedades.

Por este motivo, las cerezas, como otras frutas, ofrecen beneficios para el sistema inmunitario, la prevención de enfermedades cardiovasculares y ayudan a contrarrestar procesos que conducen a patologías como el cáncer.

 

2. Una ayuda frente al insomnio

Comer cerezas también nos ayuda a dormir mejor y reducir los efectos del estrés. Su contenido en melatonina, hormona del sueño, y en proantocianidinas, que mejoran las absorción de triptófano, favorece el sueño. Este efecto positivo es si cabe mayor en el caso de las cerezas del Jerte, según la Universidad de Extremadura. Por la zona de cultivo, son ricas en serotonina, triptófano y melatonina.

 

3. Para cuidar el corazón

Además de sus propiedades antioxidantes, las cerezas contienen flavonoides. Son los pigmentos colorantes que les confieren su color característico y que comparten con otras frutas y hortalizas. Ayudan a reducir el riesgo cardiovascular. Además, otras propiedades de esta fruta actúan en la misma línea. Al favorecer la disminución del colesterol y los triglicéridos, también favorecen el buen funcionamiento del corazón.

 

4. Aliadas frente al sobrepeso

Las cerezas contienen pocas calorías y, además, tienen un efecto saciante. Además, frente a otras alternativas de alimentación, constituyen un snack saludable, que nos permite completar las cinco raciones de fruta recomendadas al día. También facilitan la eliminación de líquidos, lo que siempre nos hace pesar un poquito menos.

 

5. Un antiaging natural

Las cerezas actúan como un tonificante natural y ayudan a prevenir el envejecimiento de las células de la piel. No solo por los antioxidantes mencionados, sino también por ser una fruta rica en oligoelementos y sales minerales como hierro, calcio, fósforo, azufre, y, sobre todo, potasio, zinc, cobre, magnesio y cobalto.Estos componentes les confieren importantes propiedades remineralizantes y tonificantes. También favorecen la buena circulación de la sangre. Tienen igualmente un reflejo directo en la piel las vitaminas que aporta la fruta, entre las que destacan la A y la C. Y actúan como un anticelulítico natural.

 

6. Si sufrimos gota u otras enfermedades inflamatorias

Los beneficios de comer cerezas ante dolencias como la gota se conocen desde el siglo XVIII. O incluso antes. También en la medicina china, dado su poder antiinflamatorio, se empleaban en el tratamiento de artritis y reumantismo.

Investigaciones recientes, vinculan la fruta con una reducción de hasta el 35% en los episodios de gota. Y también potencian los efectos de los fármacos destinados a su tratamiento. Se debe a que, por su contenido en ácido fólico, reducen la producción del ácido úrico, cuyo exceso se asocia a esta patología.

 

7. Alivio para trastornos intestinales

Las cerezas contienen fibra y facilitan el tránsito intestinal. Al mismo tiempo, son ricas en agua, por lo que nos ayudan a mantenernos hidratados. Son, en definitiva, una fruta con propiedades diuréticas y depurativas. Este poder se asocia a flavonoides como el potasio, que nos ayudan a eliminar líquidos.

Asimismo, el contenido en pectina y sus ácidos naturales estimulan las glándulas digestivas, confiriéndoles un efecto laxante.

8. Mejoramos nuestro aspecto

Comer cerezas es beneficioso para la piel en el sentido mencionado. También porque son una forma natural de hidratación. Sus elementos antioxidantes y sales minerales ayudan a fijar agua en las células del cuerpo. También ayudan a proteger de los radicales libres, dando luminosidad a nuestra piel.

 

9. Huesos y músculos

Tanto picotas del Jerte como cerezas poseen calcio y hierro, ayudando a fortalecer huesos y a combatir problemas de salud como la osteoporosis. Por sus efectos antiinflamatorios, también pueden resultar útiles para el dolor de tendones y músculos. Por ejemplo, en situaciones de sobrecarga. También es beneficiosa en este ámbito la vitamina C.

 

10. Con buena vista

Esta fruta constituye una excelente fuente de betacarotenos, que nos ayudan a tener una buena visión. A ello contribuye también el contenido en vitamina A.

 

Pero es que además….

Las cerezas nos gustan por…
  • Su sabor dulce. En especial la variedad Ambrunés, un tipo de picota del Jerte que cruje en boca.
  • La versatilidad. Las tomamos frescas, en postres o en recetas saladas.
  • De temporada. Solo podemos disfrutarlas unos meses al año.
  • Un postre ideal. Con tan solo lavarlas.
  • Producto natural. LLegan del árbol a la mesa.
  • Un snack saludable. Saciantes sin engordar.
  • Fáciles de comer. En un bocado.
  • Y de llevar. A cualquier lugar.
  • Nunca te cansas. Son como pipas. Van de una en una.
  • Algunas son únicas. Como la reina de las cerezas: la Picota del Jerte.