Aunque es famoso por sus cerezas, el Valle del Jerte goza de un microclima que lo hace idóneo para el cultivo de muchas otras frutas, como de hecho ocurre. En el Valle del Jerte se producen ciruelas, peras, higos y castañas, mientras que el bosque proporciona también frambuesas, zarzamoras, grosellas y moras. Por este valle atraviesa una de las rutas gastronómicas de Extremadura: la Ruta de las frutas y los licores, que pasa por dos pueblos del Valle del Ambroz, Aldea Nueva del Camino y Baños de Montemayor, y por los municipios de Tornavacas, Jerte, Cabezuela del Valle, Navaconcejo y Piornal, en el Valle del Jerte.
Ruta gastronómica de la fruta
El Valle del Jerte exporta alrededor de cinco millones de kilos de cerezas, y uno de castañas, anualmente. Además, es conocido por sus licores, para cuya obtención la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte cuenta con un proceso propio de destilación desde 1989. Se basa en la fermentación ecológica de la fruta, la destilación artesanal en el alambique y la ausencia total de colorantes y aromatizantes. Se comenzó a emplear en el aguardiente de cerezas, Kirsh, pero hoy se usa en bebidas espirituosas similares: los aguardientes de frambuesa, ciruela y pera, y los licores de cereza, zarzamora, ciruela y frambuesa.
Otras posibilidades cerca del Valle del Jerte
La Ruta del Pimentón
Se extiende por la comarca de La Vera, pasando por los pueblos de Madrigal de la Vera, Villanueva de la Vera, Valverde de la Vera, Guijo de Santa Bárbara, Losar de la Vera, Jarandilla de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta de la Olla, Jaraíz de la Vera, Pasarón de la Vera, y Tejeda de Tiétar; así como por los vecinos Navalmoral de la Mara y Talayuela, en la comarca de Campo Arañuelo. Recorre los caminos a cuyos márgenes se cultiva un producto genuinamente extremeño, que Cristobal Colón trajo de América y que los monjes del Monasterio de Yuste desecan por primera vez para utilizar como conservante.
La Ruta de los Quesos de Cabra
Pasa por Navalmoral de la Mata y Belvis de Monroy, en la comarca de Campo Arañuelo; Mesas de Ibor, Castañar de Ibor y Navalvillar de Ibor, en el Valle del Ibor, y Guadalupe y Cañamero, en la comarca de Las Villuercas. Este territorio es típico de las cabras autóctonas, retintas y veratas, que se crían fundamentalmente para aprovechar su leche y transformarla en queso. En Extremadura existen diferentes tipos de queso de cabra. Entre los más reconocidos se encuentran los protegidos por la Denominación de Origen Queso de Ibores, que se producen en estas sierras.