La mancomunidad Trasierra-Tierras de Granadilla ofrece una interesante propuesta turística. Los visitantes que eligen el Valle del Jerte como base para conocer el norte de la provincia de Cáceres pueden acercarse al enclave. A poco más de una hora en coche de Cabezuela del Valle, se encuentra Granadilla. Es uno de los enclaves más interesantes del conjunto de 16 municipios que componen la mancomunidad Trasierra-Tierras de Granadilla.
El conjunto histórico-artístico de Granadilla
Desde 1980 conjunto histórico-artístico, Granadilla se despobló en los años 60 por la la construcción del embalse de Gabriel y Galán. El pueblo nunca llegó a ser inundado, como estaba previsto, y en 1984 fue incluido en un programa de reconstrucción. Hoy, pueden contemplarse su muralla, de más de 1 kilómetro, con las longueras, huertas y cercados de intramuros, muestra de la antigua estructura urbana de la villa, y el Castillo de Granadilla, mandado construir por el I Duque de Alba, García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo. Las casas “del Minarete”, las “Conchas” o la Iglesia parroquial de la Asunción, del siglo XV, son otras de sus edificaciones emblemáticas.
Entre los municipios de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia, se encuentra la ciudad romana de Cáparra. Enclavada en la Vía de la Plata, vivió su esplendor durante el siglo II d.C. Todavía se conservan su arco cuadriforme, que daba entrada al foro y es la única construcción romana de cuatro arcadas en Europa. También pueden contemplarse allí un miliario de época de Nerón y los restos de las antiguas termas públicas.
Otro de los atractivos de la mancomunidad Trasierra-Tierras de Granadilla son sin dudas sus paisajes y la gran variedad de aves y especies animales que los pueblan. Además, cuenta con más de doce rutas de senderismo y varias piscinas naturales. Explotada de manera comunal, destaca también la Dehesa de Santibañez el Bajo, de 900 hectáreas, y una las pocas dehesas extremeñas que pueden visitarse libremente al no estar en manos particulares.