A la hora de ir a comprar al mercado en temporada de cerezas podemos encontrar distintas variedades. Las hay de proximidad, como las picotas del Jerte, y de mercados alejados. Pero, ¿cómo podemos estar seguros de la variedad que compramos? ¿Cómo se pueden distinguir cerezas y picotas? Y, ¿cómo descubrimos las falsificaciones? Aquí tenéis siete diferencias entre cerezas y picotas. Unas saltan a la vista y, otras, requieren cata.
Las picotas no tienen rabito, pero evita las falsificaciones
La picota es un tipo de cereza, cuya característica más visible es la ausencia de pedúnculo. Primera diferencia con las cerezas.
Las picotas del Jerte son las únicas con denominación de origen. Es fácil identificarlas gracias a su sello de calidad o logotipo, que siempre las acompaña. Las distingue de falsificaciones. Es decir, de cerezas desrabadas manualmente.
A diferencia de otras cerezas sin rabo, las picotas del Jerte son variedades autóctonas, que se desprenden sin rabo del árbol. El pedúnculo se queda prendido de forma natural. Por este motivo, el orificio de unión entre la cereza y el tallo queda perfectamente sellado. Esto hace que las picotas del Jerte se conserven más tiempo y que, al no “sangrar” el orificio, el fruto evite contamines externas.
El color rojo oscuro
Las picotas tienen un color más intenso que las cerezas. Son de un rojo oscuro, que varía en gradación según el tipo de picotas del Jerte. En El Valle del Jerte se cultivan cuatro variedades de picotas, certificadas por la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte. Se trata de las cerezas Pico Limón Negro, Pico Negro, Pico Colorado y Ambrunés.
La picota del Jerte es más pequeña
La picota del Jerte es una cereza de menor tamaño. Un truco para distinguir cerezas y picotas es que, estas últimas, tienen un calibre que comprendido entre 22 y 26 milimetros.
Recordad, la picota del Jerte es pequeña en tamaño, pero enorme en sabor.
Un sabor más dulce
Otra forma de distinguir cerezas y picotas es probarlas. La picota del Jerte se caracteriza por su sabor dulce. Especialmente la variedad Ambrunés.
Y crujiente en boca
Además, la picota del Jerte cruje en la boca, frente a otras cerezas, con una textura más blanda.
La temporada comienza en verano
La picota del Jerte es una cereza tardía, la temporada comienza en junio y dura alrededor de un mes.
El origen marca la diferencia
Las picotas del jerte se producen en exclusiva en el Valle del Jerte y los limítrofes valles de La Vera y El Ambroz. Aquí se sitúa el área de demarcación de la denominación de origen protegida Cereza del Jerte.
Se cultivan en bancales, en las laderas de la montaña, de forma artesanal, como hace varios siglos y se recogen a mano, con el máximo cuidado. Su cultivo natural, recogida y tratamiento tradicionales multiplican sus propiedades, y permiten que lleguen a los mercados en el momento óptimo para el consumo. Cuando han recibido las máximas horas de sol.