La floración del cerezo es uno de los momentos más esperados en el Valle del Jerte. Se celebra con la fiesta del Cerezo en Flor, declarada de interés turístico nacional. Esta larga tradición hermana a la comarca extremeña con Japón. La sakura, término con el que se designa en el país del sol naciente al cerezo en flor, tiene también allí una larga tradición cultural.
Japón celebra la sakura con su particular festival del cerezo en flor, el hanami. El término alude literalmente a la observación de las flores del cerezo, las más significativas para los nipones. Para celebrar la llegada del sakura, los japoneses se reúnen en parques bajo la sombra de los cerezos y comparten comidas familiares y amistosas mientras contemplan las flores. También realizan excursiones para reflexionar sobre la vida y contemplar los árboles.
Para ellos, las sakura no solo anuncian el inicio de la primavera, sino que, en la cultura popular, tienen múltiples significados y connotaciones. Las flores del cerezo simbolizan la belleza de la naturaleza y representan la fugacidad de la vida. Ya en tiempos de los samurái la flor era muy admirada. También los tradicionales guerreros japoneses tenían una vida efímera. Identificaban la caída de los pétalos de la flor con las gotas de sangre que derraban en batalla. Hoy día, la sakura hace asimismo referencia a la inocencia o la simplicidad. Además, se conoce como sakura al propio árbol del cerezo, con su leyenda.
Es por toda esta tradición cultural que parques y paseos son los mejores lugares para disfrutar el sakura y hanami. De hecho, el visitante que se acerque a Japón durante la floración se encontrará con pícnics en estos lugares, donde la vida social transcurre en esta época del año.
Variedades de cerezos y flores del sakura
En el Valle del Jerte existen más de cien variedades de cerezas. Con denominación de origen protegida solo cinco, cuatro variedades de picotas del Jerte y la cereza Navalinda, única cereza con rabo y no perteneciente al primer grupo cuya calidad y procedencia certifica el organismo. Sin embargo, todas las flores que veréis en el Valle del Jerte durante la floración son blancas. Ese es el encanto del espectáculo extremeño. Dos millones de cerezos, asentados en las laderas de las montañas del Valle del Jerte sobre bancales, tiñiendo de blanco la comarca.
En Japón, en cambio, el sakura trae tanto flores blancas como rosadas. Las variedades de sus cerezos son otras. Están los Somei Yoshino, una de las variedades más apreciadas y cultivadas en el país. Estos cerezos ofrecen en floración pétalos blanquecinos con leves tonalidades rosadas.
Los Shidarezakura, en cambio, tiene flores exclusivamente rosadas, como los Yamazakura, variedad que crece silvestre por todo el país. También en este caso la flor tira a rosa, pero su floración es menos espectacular, ya que las hojas nuevas brotan con la floración restando impacto a esta.
Para aquellos que estéis planeando un viaje primaveral a Japón para disfrutar de la sakura y vivir el hanami, os recomendamos consultar esta entrada de Japonismo con toda la información. Para aquellos que prefiráis quedaros más cerca, os recordamos que la floración de nuestro valle nada tiene que envidiar a la de Japón. La comarca os ofrece además de su espectáculo natural, un sinfín de actividades para disfrutar de la tierra de las cerezas española por excelencia. Y en esta entrada de nuestro blog, encontraréis todavía más posibilidades para disfrutar del cerezo en flor en el mundo.