Como otras frutas, la cereza es un alimento diurético. Contiene un alto porcentaje de agua, además de otros componentes que favorecen la eliminación del exceso de líquidos y de ciertas toxinas. En esta entrada repasamos las propiedades diuréticas de las cerezas y algunos de sus beneficios nutricionales.
Como otras frutas, la cereza actúa como un depurante natural. Su contenido en agua ronda los 82 gramos por cada 100, por lo que ayuda a regular los niveles de ácido úrico en sangre.
Entre las propiedades diuréticas de las cerezas caben destacar beneficios frente a la celulitis, el colesterol o la hipertesión. También son buenas aliadas para las personas a dieta, ya que tienen pocas calorías, son saciantes y, por su contenido en agua, depurativas. Asimismo, las antocianinas presentes en esta fruta ayudan a eliminar toxinas y sustancias nocivas del organismo.
Por otra parte, se puede aprovechar elementos como el rabito o el pipo de la cereza para elaborar infusiones drenantes. Solo hay que dejarlos secar y añadirlos al agua en ebullición para preparar la tisana. Se dejan reposar unos diez minutos y se cuelan para tener la infusión.
Más beneficios de las cerezas
Las cerezas también resultan beneficiosas en situaciones de inflamación, infecciones o cálculos en las vías urinarias, precisamente por esas propiedades diuréticas de la cereza. Y son ricas en fibra, lo que las convierte en un alimento que ayuda a prevenir el estreñimiento.
Sin embargo, los beneficios de la cereza son muchos, por ser un alimento rico en minerales como hierro, calcio, fósforo, azufre, sodio y potasio, y en oligoelementos como zinc, cobre, manganeso o cobalto. También en flavonoides, un tipo de antioxidante que ayuda a estimular el sistema inmunológico. Entre las vitaminas que aportan al organismo se encuentran la vitamina C y la A.
La vitamina C ayuda a las defensas y la absorción de hierro. La vitamina A, por su parte, favorece el mantenimiento de huesos y dientes, y el cuidado de piel y cabello.
En el caso de las cerezas y picotas del Jerte destaca además su contenido en melatonina, triptófano y serotonina. Estos elementos inciden positivamente en el estado de ánimo y ayudan a regular el ciclo del sueño.
Las distintas propiedades de esta fruta, no solo como alimento diurético, sino como aperitivo o postre saludable, la convierten en un alimento que previene o mitiga afecciones como la gota, la artritis o ciertas enfermedades del corazón, como descubriréis en entradas anteriores del blog.