En esta entrada os proponemos una sencilla receta para preparar cerezas al marrasquino. Esta elaboración tiene muchos adeptos, ya que es una forma sencilla de aumentar la versatilidad del producto confitándolo. Además, las cerezas al marrasquino se pueden degustar tal cual o emplearlas en decoraciones de postres o cócteles. También se utiliza mucho en la elaboración de macedonias de frutas. Así se puede añadir cereza fuera de temporada.
El origen de las cerezas al marrasquino
Pero, ¿de dónde procede la elaboración? El marrasquino es un licor de cerezas. Recibe el nombre de una variedad concreta, la cereza marrasca. Tiene un sabor dulce, con toques amargos y es muy aromático. Además de cerezas, lleva, por supuesto azúcar, y también almendras y miel.
Este licor suele proceder de Italia, donde se elabora en regiones como Padua. Sin embargo, uno de los más apreciados es el de procedencia croata. Tiene fama el de Zadar, en Dalmacia.
Por otra parte, las cerezas al marrasquino se pueden encontrar bajo marca comercial. No obstante, con esta receta, podremos prepararlas de modo casero durante la temporada de cerezas y picotas del Jerte. ¡La compartimos!
INGREDIENTES
500 g de cerezas deshuesadas
Una taza y media de azúcar blanco
¼ de vaina de vainilla raspada
Una Canela en rama
Pizca de nuez moscada
Zumo de un limón
½ taza de agua
11/2 taza de azúcar granulada blanca.
1 taza de Marrasquino
1 taza de licor de marrasquino (Luxardo)
ELABORACIÓN
Colocar en una olla el agua y el azúcar y cocinar a fuego lento hasta crear un almíbar. Cuando se haya disuelto, lavar las cerezas y deshuesarlas (pueden encontrar en el enlace formas de hacerlo sin estropearlas. Puedes quitar también los tallos – es una cuestión de gustos -.
Reservamos las cerezas y agregamos al almíbar la vainilla, la canela en rama, el zumo de licor y la nuez moscada. Se calienta la mezcla, removiendo bien, sin que llegue a hervir. Y se añaden el licor y las cerezas.
Colocamos la mezcla en tarros de vidrio sellados herméticamente y dejamos en la nevera unas seis semanas. ¡Y listo! ¡Ya tenemos nuestras cerezas al marrasquino!