¿Has pensado alguna vez cuántas cerezas te comes al año? ¿Y si guardases los huesos? Mientras esperamos a contabilizar los de la próxima temporada, os proponemos dos ideas para aprovechar el hueso de la cereza, e incluso los rabitos, con un uso saludable: la elaboración de infusiones y saquitos térmicos.
Elabora una infusión con rabitos de cereza
Tanto los huesos de cereza como el rabo se pueden emplear para hacer infusiones drenantes. Solo hay que dejarlos secar.
Para elaborar una tisana a base de rabitos de cereza, por ejemplo, se hierve el equivalente a una taza de agua y, una vez que el agua entre en ebullición, se añaden los rabitos de cereza. Se tapa y deja reposar durante unos diez minutos, se cuela y se añade azúcar al gusto.
¡Y recuerda!: Solo una de las variedades incluidas dentro de la DOP Cereza del Jerte tiene rabito, la cereza Navalinda. Ninguna de las picotas del Jerte tiene pedúnculo.
Cómo crear tu propio saquito térmico con huesos de cereza
El hueso de cereza es capaz de retener de forma rápida tanto el calor como el frío y de desprenderlos gradualmente. Por ello, este material se emplea en la elaboración de saquitos o cojines térmicos.
Podéis elaborarlos vosotros mismos, eligiendo el diseño. El primer paso es limpiar y secar los huesos de cereza para el relleno. Para ello podéis hervirlos en agua con unas gotas de vinagre. Luego se extraen los restos y se dejan secar.
Para crear la funda del cojín, si sois aficionados al Patchwork, os recomendamos el videotutorial enlazado de Artesanies. También podéis emplear cualquier otra técnica.
Una vez que tengáis vuestro cojín térmico de huesos de cereza, solo tenéis que calentarlo un minuto en el microondas, para aliviar dolores musculares, ya que activa la circulación; o enfriarlo en la nevera o congelador, envuelto en una bolsa de plástico, para aliviar dolores de cabeza, bajar la fiebre y otros usos, como el alivio de torceduras o picaduras de insectos.
Como veis, la cereza puede ayudaros a cuidar vuestra salud de muchas maneras.