Es importante consumir fruta en cualquier formato. Para incentivar su consumo, existen muchas posibilidades culinarias: postres, zumos, batidos… Pero la fruta fresca siempre es la mejor opción, ya que mantiene intactas sus propiedades. En esta entrada os hablamos de las propiedades de la fruta fresca y de los beneficios que aporta optar por este formato. Hay que recordar, además, que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de cinco piezas al día. La mayoría de los españoles no supera los 450 gramos diarios. Sin embargo, os invitamos a tener en cuenta los siguientes propiedades de la fruta fresca:
Menos azúcar
En primer lugar, la fruta fresca carece de azúcares artificiales. Y, para aquellas personas que deben limitar a ingesta de esta sustancia, existen multitud de frutas que, además, ofrecen un bajo índice glucémico. Es por ello que, por ejemplo, la Federación Española de Diabetes (FEDE) recomienda consumir al menos tres piezas diarias.
Además, hay que tener en cuenta que no es lo mismo, por ejemplo, tomar una pieza de fruta que un zumo, aunque sea natural. El zumo o fruta en su formato líquido aporta más azúcar. Es por ello que entidades como el Comité Científico de la Asociación 5 al día limita su recomendación de consumo diario de zumo a un vaso al día, es decir, entre 150 y 200 mililitros.
Más fibra y micronutrientes
A la hora de incorporar fibra y micronutientes al organismo el consumo de fruta fresca también gana. El zumo, por ejemplo, apenas contiene fibra. También con la fruta en almíbar se reduce el aporte en fibra. Y lo mismo sucede con los micronutrientes, que experimentan cambios en cualquier formato procesado, como el de la fruta en almíbar.
Agua, vitaminas y minerales
Con el consumo de fruta fresca no se altera ninguno de los componentes del alimento. Por ello, esta es una buena forma de incorporar vitaminas como la C o minerales como el potasio. Además, la fruta fresca conlleva un gran aporte de agua. De hecho, la fruta es uno de los alimentos que se digieren antes por ese contenido en agua. Al combinarla con otros productos, por ejemplo, cocinada en postres, permanece durante más tiempo en el estómago ya que ese postres con fruta requerirá más tiempo de digestión.
Algunos estudios lo aconsejan para prevenir enfermedades
Una de las propiedades de la fruta fresca esenciales tiene que ver con la prevención de enfermedades. No son pocos los estudios que relacionan este consumo con el cuidado del corazón. Así lo confirmó recientemente una investigación publicada por la revista European Heart Journal. También se vincula el consumo de fruta fresca con la prevención de la diabetes, como concluyeron investigaciones reveladas por el British Medical Journal. Y a la prevención del cáncer. De hecho, los expertos vinculan alrededor del 35% de casos de la enfermedad a la alimentación.
En cualquier comida del día
La fruta fresca puede consumirse en cualquier momento del día. En el desayuno, la merienda, como postre… Constituye un snack no solo sano y sin azúcares artificiales, sino también saciante. Esta es otra de las propiedades de la fruta fresca que más nos interesan. Al procesarse la cantidad de agua y fibra se reducen y también el poder saciante de la fruta es menor.
Una opción no procesada, que puede llegar directamente del campo
Algunas frutas como la cereza son frutos no climátéricos. Es decir, el proceso de maduración se corta una vez separados del árbol. Por tanto, deben llegar al consumidor lo antes posible. Esto hace que sean productos extremadamente frescos. De hecho, en el caso de las picotas y cerezas del Jerte llegan del campo a la mesa en tan solo un día en el caso del mercado español.