Los beneficios de las cerezas para la piel son innumerables. Se suman a las propiedades generales de esta fruta para el cuidado de la salud. Las cerezas son un producto natural y sin aditivos, pero, además, en el caso de las cerezas y picotas del Jerte, un cultivo artesanal que llega del árbol a tu mesa. En esta entrada enumeramos cuatro de los principales beneficios de las cerezas para el cuidado de la piel.
Más hidratación
Las cerezas cuentan son ricas en sales minerales que favorecen la fijación de agua en las células del cuerpo. Son también una fruta con un importante contenido acuoso, 81% en peso. Por estos motivos, actúan como un complemento hidratante no solo para la piel, sino también para el cabello.
Un antiage natural
Su contenido en flavonoides, así como en vitaminas A y C, convierten a la cereza en un potente antioxidante. Por ello, ayuda a combatir el envejecimiento celular. Esta característica nos ofrece importantes beneficios para la piel y la salud en general.
Además, esta fruta protege de los radicales libres, que dañan las membranas de las células de la piel. De este modo, contribuyen al cuidado de la piel aportando luminosidad a la dermis.
Como tonificante
Por otra parte, las cerezas por su contenido en oligoelmentos, como hierro, calcio, fósforo, azufre, zinc, cobre, magnesio, cobalto y potasio tienen propiedades remineralizantes y tonificantes para el organismo. Además, favorecen la circulación, por lo que también actúan sobre la celulitis.
Un purificante
Las cerezas tienen también un poder diurético y depurativo gracias a su contenido en flavonoides. Son eficaces para la eliminación de líquidos y, por sus ácidos naturales, actúan como estimulantes de las glándulas digestivas. Asimismo, al contener pectina –fibra vegetal soluble- tienen un efecto laxante.