Uno de cada diez consumidores españoles apuesta por productos con sello de calidad diferenciada. Son datos de una encuesta realizada por Origen España, que se dieron a conocer coincidiendo con el cierre de la campaña Historias en tu mesa. Los españoles reconocen el valor de las denominaciones de origen (DOP) e indicaciones geográficas (IGP) protegidas. Las identifican con alimentos cercanos, procedentes de diferentes pueblos de nuestra geografía.
De hecho, el 12% manifestó que el que un producto disponga de sello de calidad es un incentivo de compra. Por otra parte, el estudio identificó que la combinación calidad-precio es lo que más valoran los españoles a la hora de llenar la cesta de la compra con productos de alimentación. Así lo reconocieron el 84% de los encuestados.
Productos con sello y tirón
La encuesta de Origen España también revela que hay dos productos en los que los consumidores se decantan más por opciones con DOP o IGP. Se trata de vinos y quesos.
En este sentido, un reciente estudio de la consultora Nielsen, recogido por Economía Digital, indicaba que, aproximadamente, el 60% del vino consumido en España en bares y restaurantes lleva sello DOP. Solo este producto genera un negocio superior a los 1.500 millones.
En los últimos años también ha mejorado el conocimiento por parte de los compradores del valor de las denominaciones de origen. De hecho, el 74% de los encuestados indicó que conoce el concepto y que puede identificar distintos productos. Esta cifra representa una mejora con respecto a 2017.
A este respecto, el 28% asoció el sello de las denominaciones e indicaciones protegidas con productos autóctonos; un 13%, con calidad; un 9% con productos exclusivos de una zona, y, otro 9% con alimentos que cumplen requisitos de regulación.
Desarrollo local
Las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas han servido desde su implantación para dinamizar las economías locales. Contribuyen no solo a dar valor a los productos de los agricultores o ganaderos, sino también a las zonas de producción. A nivel, económico, el valor de las denominaciones de origen se estimó en 2018 en 7.300 millones, con más de 353 figuras de calidad españolas registradas en la UE. Esta cifra supone un incremento con respecto a 2017, según Origen España.
En nuestro caso, la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte llevas desde 1996 certificando el origen y calidad de las cerezas y picotas del Jerte y contribuyendo a promocionar el producto y la zona de cultivo y envasado.
El problema de fraude alimentario
Uno de los principales problemas que afronta las diferentes DOP y IGP en España es el del fraude. Es importante conocer los sellos identificativos de la UE, de los que hemos hablado en entradas anteriores.
En el caso de la DOP Cereza del Jerte el fraude tiene que ver con la puesta en mercado de cerezas desrabadas manualmente anunciándolas como picotas del Jerte. Una característica esencial de la Picota del Jerte es que el pedúnculo se queda en el árbol de forma natural.
En el evento de cierre de la campaña Historias en tu mesa estuvo también presente la Guardia Civil, para exponer el Procedimiento Operativo de Colaboración con Origen España para luchar contra el fraude alimentario desde el año 2016.
Las cifras indican que los consumidores europeos gastaron 2.300 millones de euros en 2016 al pagar un precio superior por productos que consideraban como DOP o IGP. En este sentido, en 2014, la tasa de infracciones fue del 5,7%, con un valor de mercado de 266,1 millones de euros, según recoge Europa Press.