La Cereza y Picota del Jerte se recogen con sumo cuidado. Los productores evitan las horas de sol, recogen a mano el producto y lo seleccionan para enviar a las cooperativas, donde se envasa, preparándolo para que llegue al consumidor en condiciones óptimas. Uno de los procesos de selección de la cereza es el calibrado.
Los productores disponen de unas plantillas para medir el tamaño de sus cerezas, aunque la experiencia de muchos años cultivando este fruto en el Valle del Jerte hace del ojo la mejor herramienta de calibrado.
Además del calibrado, para agrupar la cereza por tamaños, en el proceso de selección también se apartan las cerezas con defectos. Las cooperativas suministran a los productores documentación para que conozcan aquellos defectos que harán que una cereza no llegue a venderse y que van desde un golpe a un daño provocado, por ejemplo, por el granizo.
Cuatro tipos de Picota del Jerte
En cuanto al consumidor, es interesante saber que las picotas son cerezas de menor tamaño. Existen cuatro tipos de Picota del Jerte: Ambrunés, Pico Limón Negro, Pico Negro y Pico Colorado, que se dividen en cuatro categorías, según tamaño:
- Categoría primera: + 21 mm
- Categoría extra: + 24 mm
- Categoría extra: + 26 mm
- Categoría extra: + 28 mm
Una quinta variedad de cereza certificada por la DOP Cereza del Jerte y que no pertenece al grupo de las picotas es la Navalinda. La Navalinda, a diferencia de las picotas, es una cereza que llega hasta la mesa con pedúnculo (las picotas lo dejan en el árbol). Según su tamaño se clasifica en:
- Categoría Primera: mayor o igual a +22 mm
- Categoría extra: mayor o igual a +24 mm