En los meses de mayo y junio las cerezas y picotas del Valle del Jerte se convierten en la fruta por excelencia de primavera y verano. A sus numerosas propiedades para la salud, hay que añadir su versatilidad. Son un ingrediente perfecto para elaborar apetitosas recetas. También para incluir en el postre o la merienda e integrarlo en la dieta de los niños de la casa.
Entre otras bondades, las cerezas ayudan a potenciar el sistema inmune y tienen beneficios para el desarrollo de músculos y huesos. Además, los beneficios de incluir esta fruta en la dieta de los niños pueden incluso incrementarse si proceden del Valle del Jerte, según ha descubierto la Universidad de Extremadura. Se debe no solo al terreno, sino también al especial cuidado del árbol y recogida del fruto en pequeñas explotaciones familiares. Asimismo, son cultivos de temporada frente a otros desarrollados de modo intensivo en invernaderos.
Cómo mejora la Cereza del Jerte la dieta de los niños
En las cerezas y picotas del Jerte encontramos un alto contenido en flavonoides, así como en vitaminas A y C, propiedades que previenen la degeneración celular, por lo que incluirlo en la dieta desde pequeños ayuda a prevenir enfermedades degenerativas neuronales. Además constituyen un buen cúmulo de minerales como el hierro, el calcio, el fósforo o el potasio y de oligoelementos. Estos componentes previenen la anemia y otras carencias alimentarias asociadas a la infancia.
Las cerezas del Jerte son ricas en antioxidantes, que, entre otros beneficios, estimulan los biorritmos de los niños ayudándoles a impulsar su actividad diaria y favorecer el sueño. A pesar de ser uno de los frutos con menos calorías y menos grasos, las cerezas tienen un alto aporte energético, al producir sustancias como la serotonina y melatonina.
Asimismo, su alto contenido en fibra mejora el tránsito intestinal. Esto ayuda a los niños en el proceso de la digestión, por lo que es recomendable aprovechar la temporada de cerezas del Jerte para incluirlas en la dieta de los niños.
Pequeñas, sabrosas y fáciles de llevar a cualquier lado
Las Cerezas y Picotas del Jerte son frutas pequeñas, perfectas para incorporar en la dieta de los niños puesto que son un alimento fácil de comer en cualquier sitio, esto les permite llevarlas al colegio, al parque o a la calle para merendar o almorzar sin necesidad de cubiertos como sí requieren otras frutas. Al mismo tiempo constituyen un sustituto saludable de la bollería en la merienda y de la típica manzana o pera que los niños pueden comer durante todo el año.
Por otro lado, el fruto de la cereza contiene azúcares de asimilación fácil por lo que son muy adecuadas para los purés y las papillas de los bebés.
El zumo de la cereza tiene un alto contenido en polifenoles que ayudan a controlar la inflamación y el dolor por su acción analgésica. Además el zumo de cereza es una forma rápida y fácil de tomar para aquellos niños que no les guste comer fruta o que dispongan de poco tiempo para comerla. Por otro lado, el zumo de las Picotas del Jerte, al ser las que más dulzor acumulan, se convierte una bebida totalmente natural, con un color rojo muy intenso, que los niños encuentran divertida y dulce.