¿Será por su sabor? ¿Será porque son buenas para la salud? ¿Será porque se pueden consumir cocinadas, frescas o en postres? Por cualquiera de estas razones. El año pasado los españoles consumimos más cerezas. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el consumo de cereza creció un 18% en España durante 2013, cifra que contrasta con un descenso del 2,2% en el consumo de fruta fresca en general.
En lo referente a fruta, también comimos más fresas, uvas, plátanos y sandías, aunque el incremento en el consumo de estas otras frutas fue mucho menor al del incremento en el consumo de cerezas, situándose entre el 0,1 y el 4,9%, según indican también los datos del informe sobre el consumo en España en 2013.
En general, las cestas de la compra de los españoles se llenaron el año pasado con productos básicos, creciendo también el consumo de hortalizas frescas, sobre todo judía verde; carnes como el conejo o el pavo; aceite de oliva virgen o leche semidesnatada . También aumentaron el consumo de productos como los huevos o el pan.
La cesta de la compra se llenó sobre todo con productos frescos, como la propia cereza, que representaron el 42% del total consumido, mientras que se invirtió la tendencia a la baja en el gasto en alimentación de los últimos años, con un incremento del 0,6% con respecto a 2012, hasta los 101.250 millones de euros. La mayoría de ese gasto se destinó a comprar alimentos para consumir en casa, consumo que creció un 2,4%, mientras que cayó el gasto en bares y restaurantes, un 3,1%.
Según reconoció el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, “Los datos demuestran que los españoles apuestan cada vez más por productos más saludables y de mayor calidad”. Además, las tendencias en relación a la compra de alimentos muestran un consumo más responsable, en el que la calidad domina sobre el precio a la hora de adquirir producto fresco. El incremento en el consumo de cereza es un reflejo de ello, ya que se trata de un producto sano, con propiedades organolépticas que benefician a la salud. Además, la cereza es un producto estacional, que se consume fresco, en el caso de la picota y la cereza del Jerte, en pocos días desde que se recoge del árbol.
“Si bien en 2012 el factor principal fue los buenos precios, en 2013 los consumidores volvieron a elegir, como en otros años anteriores la calidad de los productos como factor determinante”, reconoció igualmente el ministro en la presentación del informe,del que os dejamos un resumen gráfico en esta entrada.