Las Cerezas del Jerte fueron protagonistas del taller de trabajo organizado por el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) para dar a conocer las «Nuevas tendencias de alimentación saludable 2017″. El 28 de abril, diversos representantes de industrias alimentarias, farmacéuticas, técnicos en la materia, estudiantes en formación y consumidores se reunieron en el salón de actos de la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura, en Badajoz. Allí se celebró este interesante workshop.
La ponencia inaugural corrió a cargo de la profesora e investigadora Ana Beatriz Rodríguez Moratinos, y trató sobre los «Efectos saludables de la cereza del Valle del Jerte». La docente de la Universidad de Extremadura explicó como el microclima del Valle del Jerte permite que se desarrollen variedades de cerezas “extraordinariamente beneficiosas para la salud”, con un muy alto contenido en tres sustancias muy beneficiosas para regular el ciclo del sueño. Según Rodríguez Moratinos, en las picotas del Jerte están presentes en grandes cantidades el triptófano y la serotonina, que impulsan la actividad diaria y el buen humor, y también la hormona melatonina ayuda a conciliar el sueño durante la noche.
Además, y al igual que el conjunto de las cerezas, las del Valle del Jerte contienen beneficiosos antioxidantes, que combaten el envejecimiento celular, vitaminas A y C, y propiedades remineralizantes, como recordó la profesora de la Universidad de Extremadura.
Otra interesante conferencia en relación con la cereza fue la del investigador del CICYTEX Manuel Serradilla, quien detalló los criterios de preselección de la mejora genética de estas frutas. Participa desde 2006 en un equipo científico coordinado por Manuel Corrales, que realiza cruces entre distintas variedades de cerezas para destacar las características más beneficiosas para facilitar su cultivo y para aumentar sus propiedades saludables.
Serradilla explicó que los atributos deseables en cerezas y picotas, los que su equipo intenta potenciar, son un mayor tamaño, el reconocible color oscuro, una mejor tasa de fertilidad y de regularidad en la producción. Para ello, experimentan con cruces de otras variedades, como Sunburst, Skeena o Hudson, cruzándolas con las especies tradicionales del Valle del Jerte Ambrunés, Pico Negro, Pico Colorao y Pico Limón Negro.
Es un trabajo concienzudo, que requiere experiencia en el campo y estudios de laboratorio, pero avanza seguro en la exploración de nuevas variedades de cerezas del Jerte. Los frutos pasan por pruebas para determinar su firmeza, sabor y propiedades nutritivas, y son analizados a conciencia antes de considerar su introducción en la agricultura a gran escala.
En el workshop se expusieron otras seis comunicaciones científicas, sobre materias como los compuestos activos de la hoja del olivo, los métodos de envasado y conservación de la paleta ibérica o la modificación de las proteínas de la leche para evitar alergias, entre otros asuntos.