la cereza del jerte
En el Valle del Jerte se cultivan más de cien variedades de cerezas.
De todas ellas, solo cinco variedades autóctonas cuentan con el sello de la Denominación de Origen Protegida “Cereza del Jerte” (D.O.P. “Cereza del Jerte”).
Son las Cerezas del Jerte y Picotas del Jerte.
Las cerezas y picotas del Jerte con denominación de origen protegida se cultivan de forma artesanal.
Un cultivo natural
Son un cultivo natural, cuya recogida y tratamiento tradicionales multiplican sus propiedades, haciendo que lleguen al mercado en el momento óptimo para el consumo. Son ricas en flavonoides, oligoelementos y vitaminas.
Crecen entre montañas, regadas por arroyos de agua cristalina y se recogen a mano en cestas de castaño. Una tradición secular en el Valle del Jerte.
La cereza del Jerte
Solo existe una variedad de cereza con pedúnculo certificada por D.O.P. “Cereza del Jerte”: la cereza Navalinda. Es una variedad temprana, que llega al mercado entre mediados y finales de mayo.
Al igual que las picotas del Jerte se caracteriza por su dulzor, su forma acorazonada y por ser una cereza crujiente.
Crecen entre montañas, regadas por arroyos de agua cristalina y se recogen a mano en cestas de castaño. Una tradición secular en el Valle del Jerte.
La picota del Jerte
La Picota del Jerte, además de distinguirse por su sabor, tienen como característica más visible que se comercializan sin rabito.
El pedúnculo se queda prendido del cerezo en la recolección.
Por ello, el orificio de unión con el fruto queda perfectamente sellado.
Existen cuatro variedades de picotas del Jerte: Ambrunés, Pico Colorado, Pico Negro y Pico Limón Negro.
Cómo reconocerlas en el punto de venta
Las cerezas y picotas de la D.O.P. “Cereza del Jerte” se identifican en el punto de venta a través de nuestro logotipo y contra-etiqueta.