Hoy os hablamos de la presencia de la cereza en la cultura popular. Por su sabor, su tamaño o por ser una fruta de temporada, la cereza se presta a ser utilizada en múltiples contextos. De hecho, existen variados refranes sobre las cerezas. La lengua castellana cuenta con millares de dichos populares relacionados con todo lo que nos rodea. Reflejan la experiencia y la sabiduría popular. Existen proverbios referentes a temas muy variados: el tiempo, los meses del año, el carácter o el trabajo. ¡Aquí recogemos algunos sobre cerezas!
Un sabor irresistible
“Cerezas y mentiras, unas de otras tiran” o “Las palabras y las cerezas, unas con otras se enredan” son dos refranes sobre las cerezas que muestran lo vicioso que es su sabor. ¡Es imposible comer solo una! Otro dicho popular equivalente es “Cerezas y males, traen detrás otros tales”. Semanjante también a “Las desgracias nunca vienen solas”, que indica que las contrariedades llegan una tras otra.
“Al hombre harto las cerezas amargan”, igual que “Al gusto dañado, lo dulce le es amargo”, advierte que a un hombre que nada en la abundancia, nunca le satisface nada. Esta cita también tiene otra interpretación más literal: alguien que está harto, no disfruta de ninguna comida.
El tiempo de las cerezas
Los refranes sobre las cerezas más abundantes son los relacionados con la temporada de esta fruta. “En mayo mayuetas y en junio, cerezas” es un dicho popular que apunta que junio es el mes ideal para disfrutar de las cerezas. Por su parte, “mayueta” es como llaman a las fresas silvestres en Asturias, Cantabria y Burgos. El mejor mes del año para consumir esta fruta es mayo.
Muy parecido es el significado de “En mayo, una a una lleva las cerezas el gayo; en junio, a cesto y a puño”. Hace referencia a la escasez de cerezas en mayo y la abundancia de ellas en junio.
Existen otros refranes sobre las cerezas relacionados con la recolección. Uno genérico es “Cuando el pájaro la pica, es cuando la fruta está rica”. Se ajusta perfectamente al caso de las cerezas, una fruta irresistible para las aves. Y este otro: “La cereza hermosa y la guinda asquerosa”. Sugiere consumir la cereza fresca y esperar a que la guinda esté pasada para que pierda la acidez.