La D.O.P. Cereza del Jerte certificó un millón de kilos de picota y 300.000 de cereza en la campaña 2025

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte cierra una campaña “muy positiva”. Se certificaron 300.000 kilos de cereza y un millón de kilos de picota del Jerte. Unos datos que, superan los obtenidos en el año 2024, en el que la producción se vio muy afectada por las lluvias caídas durante la recolección.

En este sentido, el presidente de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, José Antonio Tierno, celebró que la campaña de este año no se haya visto “afectada negativamente por la meteorología”. “A diferencia de años anteriores, no se han registrado pérdidas significativas porque la climatología ha acompañado y no ha dañado al fruto, lo que ha permitido desarrollar la campaña con normalidad y buenos resultados”, añadió el presidente.

 

Un buen año para la picota del Jerte

En total, la D.O.P Cereza del Jerte certificó 1.300.000 kilos de producto, con gran protagonismo del buque insignia de esta Denominación de Origen: la picota. “El balance general de la cosecha resulta muy satisfactorio. Especialmente, las cifras alcanzadas por la picota, que en esta campaña ha experimentado un crecimiento respecto al año pasado”, expresó Tierno.

Una campaña que ha destacado, además, por la calidad del producto certificado. En este sentido, la D.O.P Cereza del Jerte trabaja para garantizar al consumidor la excelencia de este fruto del norte de Extremadura a través de un riguroso proceso de selección.

Solo las mejores cerezas y picotas del valle reciben la certificación, y los ciudadanos pueden identificarlas en el mercado a través de la contraetiqueta que acompaña a cada caja. Un año más, la cosecha de este año ha destacado por su sabor dulce y sabroso y su textura crujiente. Solo se ha visto ligeramente afectado el calibre, como consecuencia de las altas temperaturas, inusuales para esta época del año”, explica el presidente de la D.O.P.

 

Una campaña con nuevas variedades de cereza del Jerte D.O.P.

Asimismo, esta campaña se vio afectada positivamente por la incorporación de las nuevas variedades de cereza certificada: Burlat, Van y Lapins. Después de 30 años, la DOP Cereza del Jerte solicitó la modificación de su pliego de condiciones. El objetivo era hacer frente a la reducción de la producción experimentada durante las últimas campañas.

“No obstante, esto debe considerarse como el primer paso en un período de adaptación, dado que se trata de la primera campaña en la que se incorporan nuevas variedades certificadas”. explicó Tierno. “Es probable que el crecimiento de la producción tenga un mayor impacto en los próximos años, siempre que la climatología lo permita”, añadió Tierno.

De igual manera, el presidente del Consejo Regulador indicó que, en términos generales, “la incorporación de nuevas variedades ha tenido un impacto positivo en la campaña, ya que ha permitido disponer de producto certificado durante un período más prolongado en el mercado, lo que se traduce en una mayor visibilidad para la D.O.P. Especialmente, ha tenido un gran protagonismo la variedad Lapins, que ha supuesto un 30 o 40% del total de la producción de cereza”.

Además, como novedad, este año las variedades de cereza más tardías han coincidido en el mercado con las cuatro variedades de picota amparadas por la Denominación de Origen: Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón y Pico Colorado. Esto ha supuesto “una gran oportunidad para que el consumidor conozca, de primera mano, las diferencias entre la cereza y la picota, y que pueda escoger así qué consumir según sus gustos y preferencias”, concluye el presidente de la D.O.P.