Junto con los valles del Jerte y el Ambroz, la comarca de La Vera forma parte de la zona de cultivo de las cerezas certificadas por la DOP Cereza del Jerte. Esta comarca cuenta con 19 municipios, aunque solo en nueve de ellos (debido a las similitudes climáticas con el Valle del Jerte) se cultivan cerezas del Jerte. Se trata de Aldeanueva de la Vera, Arroyomolinos de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla, Gargüera, Guijo de Santa Bárbara, Jaraíz de la Vera, Pasarón de la Vera y Torremenga. Otro de los productos singulares de estas tierras es el Pimentón de la Vera, cuyo Consejo Regulador se creó en 1989 para proteger la producción local y la singularidad de este condimento.
Sin embargo, además de productos excelentes, la comarca de La Vera, al noroeste de la provincia de Cáceres, ofrece al visitante monumentos de interés y hermosos paisajes. Parada obligatoria resultan el Monasterio de Yuste, donde el Emperador Carlos V decidió retirarse hasta su muerte; el Palacio-castillo de los Condes de Oropesa, en Jarandilla de La Vera, o el Palacio de los Condes de Osorno, en Pasarón de la Vera. Igualmente, hasta cinco pueblos de este territorio están declarados conjunto histórico-artístico, constituyendo una excelente muestra de arquitectura popular. Se trata de Cuacos de Yuste, Garganta de la Olla, Pasarón de la Vera, Valverde de la Vera y Villanueva de la Vera. Asimismo, en Robledillo de la Vera se encuentra la Iglesia de San Miguel, del s. XVI y declarada Monumento Histórico-Artístico
Al igual que ocurre en el Valle del Jerte, también en esta comarca existen gargantas y paisajes naturales de gran belleza. En total hay 47 gargantas en La Vera, así como abundantes piscinas naturales y zonas de baño, como el Lago de Jaraíz, el más grande de la zona, que se forma en el cauce de la Garganta de Pedro Chate. Este vídeo enlazado de Canal Extremadura os permitirá conocer mejor la belleza de estos paisajes, mientras que, en Extremadura Turismo, podréis encontrar esta ruta para conocer algunos de los encantos de La Vera.
Otra forma de apreciar la belleza de estas tierras es a través de las rutas senderistas que las recorren. Una de las más conocidas es la de Carlos V, que sigue los pasos del emperador hacia su retiro en el Monasterio de Yuste y que atraviesa también el Valle del Jerte.