Los niños, debido a su actividad, gastan una gran cantidad de energía. En consecuencia, deben reponer fuerzas varias veces al día. Por ello, la merienda juega un papel muy importante en su alimentación. La dieta mediterránea es una de las más recomendadas para pequeños y adultos. Una de las pautas es intentar tomar cinco piezas de frutas y verduras al día. Os proponemos cinco divertidas formas de comer fruta en la merienda.
La importancia de la merienda
En la alimentación infantil debemos evitar los procesados, la comida rápida o los refrescos con exceso de azúcar. De la misma manera, debemos potenciar el consumo de de productos naturales. Lo mejor es encontrar un equilibrio según las necesidades del niño.
La merienda ideal debe ser ligera y con una alta cantidad de nutrientes. Las frutas son ricas en fibra, vitaminas y proporcionan una gran cantidad de agua, lo que ayuda a mantener activo el sistema inmunitario. Otra opción pueden ser los cereales, una fuente rica en hidratos de carbono, minerales y proteínas.
Fruta fresca, una gran opción
Ahora que se acerca el verano, las cerezas y picotas del Jerte son una de las mejores opciones para consumir este tipo de alimentos. Las frutas constituyen una parte fundamental de la alimentación infantil y son una buena fuente de vitaminas y minerales. Para que se acostumbren a consumirla, debemos ofrecerla lo más menudo posible, en desayuno, postres o meriendas.
Otra de sus ventajas, es la versatilidad. Una buena opción son las macedonias, helados caseros o ensaladas de frutas.
Dar ejemplo
Los padres son siempre el mejor ejemplo para los niños. De ahí la importancia del consumo de fruta en el entorno familiar. También se puede involucrar a los niños en el proceso de prepara la merienda. Les encantará estar presentes y poner su granito de arena.
Cinco propuestas para la merienda
- Macedonias
- Brochetas de frutas
- Zumos
- Helados caseros
- Fruta con chocolate 85%
