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Plantar cerezos. El Valle del Jerte en nuestro jardín

Si disponemos del terreno adecuado, plantar cerezos es siempre es una buena opción para alegrar nuestro jardín. En una entrada anterior, os hablamos de cultivar cerezos en maceta. Hoy, vamos a meter las manos en la tierra para plantar nuestros propios cerezos del Jerte, ya que es habitual que los visitantes que acuden a la comarca se lleven plantas as sus lugares de origen.

 

¿Cuándo lo hacemos?

Primero, definiremos el lugar. Como sabemos, el cerezo puede llegar a medir hasta ocho metros de alto. Por tanto, necesitaremos un suelo que drene bien, fresco y ligeramente calizo, si es posible.

Por otra parte, el cerezo no es un árbol muy exigente en cuanto a agua. Aguanta bien la sequía, pero, en los meses de verano, conviene tener la tierra bien humedecida y regar con algo más de frecuencia. Es en estos  meses cuando se recoge el fruto.

El cerezo puede plantarse de enero a junio, pero los meses ideales de plantación son los de primavera.

 

¿Cómo lo hacemos?

Para plantar cerezos del Jerte, tenemos dos opciones. Podemos germinar una semilla, método que puede ser muy lento, porque tardará unos seis años en dar sus primeros frutos. O bien, comprar un esqueje de cerezo.

Nosotros te recomendamos que te dirijas a cualquiera de los viveros que encontrarás a lo largo del Valle del Jerte. Podrás encontrar un esqueje de cerezo, en una maceta, de distintas variedades de cereza. Y podrás trasplantarlo sin problema al lugar que prefieras.

Para ello, cavaremos un hoyo, recomendable que sea del doble de tamaño que el cepellón. Cubriremos el fondo con algunas piedras, para facilitar el drenaje de agua. A continuación, humedeceremos las raíces, recortando las más largas. Introduciremos luego el árbol, clavando una estaca entre sus raíces, lo que nos ayudará a sujetarlo. Hay que cubrir con tierra y regar hasta ver que está suficientemente húmedo. Finalmente, si hemos colocado estacas, lo sujetaremos a estas.

 

Cuidados del cerezo

Nuestro cerezo recién plantado necesitará abono anualmente. Lo más recomendable es cubrir bien la base en primavera, lo que le proporcionará los nutrientes que necesita.

Debemos podarlo cada año. Os recomendamos hacerlo dejando las ramas simétricas, estimulando su crecimiento.

Y hay que tener cuidado con los pájaros y las plagas. Los primeros son los más fáciles de espantar, pero, con las segundas, tendrás que recurrir a productos fitosanitarios. Especialmente, para combatir el pulgón o la mosca de las cerezas.

Ahora solo queda dejar pasar el tiempo para ver florecer nuestro pequeño trozo del Valle del Jerte.